martes, 9 de octubre de 2012

28/08 Pico Otal desde el Valle de Bujaruelo

28 de agosto

Cuando estuve en la cima del Monte Perdido , hablé con numerosos montañeros. Estos, al ver que yo buscaba aventura, me propusieron una cima cercana a la zona que podría hacer. Me informaron sobre el pico Otal, una cima que se veía desde el Perdido. Además, me dijeron que la ruta de ascensión salía cerca de el camping Valle de Bujaruelo, que era donde yo me hospedaba. Me extrañé mucho porque pasé numerosas veces por la pista hacia San Nicolás de Bujaruelo pero nunca vi un camino que saliera de allí.
El martes fui a inspeccionar por los alrededores y efectivamente, unos 200 m pasados el camping, entre unos mojones a la izquierda de la pista está el letrero. Una roca con letras pintadas que indica: "Turbón, Cuevas-Simas de Arañonera 1h 30' Entrada solo con permiso y sólo para espeleólogos, Collado Royo 3h 30', Valle de Otal 5h". 


El letrero que indica el camino, a la izquierda de la pista que une el puente de los Navarros con San Nicolás de Bujaruelo. Esta ascensión la haré con mi padre.

El camino empieza cruzando los molestos cables de alta tensión. Rápidamente se adentra en el frondoso y sombrío bosque de hayas. La pendiente es muy empinada y sube sin dejar descanso. Hacerla corriendo sería imposible. El camino está indicado con puntos rojos en los árboles y no da lugar a pérdida. De golpe el sendero sale a un claro y volvemos a andentrarnos en el bosque, pero esta vez, de avetos. Dejamos finalmente el bosque después de subir por la agotadora pendiente. Cruzamos el barranco del Turbón, lamentablemente seco y seguimos ascendiendo por la ladera siguiendo el camino. Más adelante encontramos un desvío indicado con pintadas en una roca que indica la bifurcación hacia el Collado del Cebollar y el camino que sigue hacia el Turbón. Nosotros seguimos por este último, que pronto perdemos de vista por su mala indicación. Después de enganchar otra vez con las marcas rojas llegamos a la grallera del Turbón, unos pozos y cuevas del que sale un aire heladísimo. 
 El pozo principal de la Grallera del Turbón.
Vistas del Mondarruego, centro , Punta Escusaneta, en la izquierda, y los Gabietos, en la izquierda al fondo.

En la Grallera del Turbón se pierde lo poco que quedaba de camino y ya no vemos más marcas rojas. Nos tenemos que abrir paso remontando por la dura y pelada ladera. Divisamos al fondo un collado y a nuestra derecha queda el Pico Turbón. Tenemos que ascender por la parte que creamos oportuna. Nosotros nos encontramos un rebaño de ovejas sin pastor en la subida. Finalmente llegamos al Collado Royo. Hasta aquí hemos tardado unas 2h 15'. Desde aquí contemplamos el Valle de Otal bajo nuestros pies. Se podría bajar al valle por la ladera, pero nosotros seguimos nuestro objetivo. Seguimos el cableado de rebaño un rato hasta llegar a la rocosa carena rojiza del Otal. 
 Vista al Valle de Otal desde el Collado Royo.
 Vista del Valle de Bujaruelo, del Montarruego y los Gabietos. Podemos contemplar la pendiente subida.
 Siguiendo la carena desde el collado. El pico Royo ( 2391m) en el centro.
 Mi padre con el valle de Otal detrás. A la derecha al fondo el macizo de Vignemale.
El valle de Otal.

Después de pasar la primera carena rocosa del Otal, iniciamos la escalada final a la cima. Hay muchos hitos que indican posibles vías para subir, y nosotros los seguimos. Tenemos que subir por una canal trepando por la roca con multitud de piedras sueltas. Para mi criterio, este pico requiere bastante técnica. Suerte que este pico no es muy frecuentado y no vimos a nadie en todo el rato porque dejábamos caer detrás nuestro una de piedras... 
 La roca rojiza del Otal se distingue al fondo. Esto es lo que hemos de superar para llegar a él.
Casi en la parte final de la ascensión. 
 El segundo pico del horizonte es el Otal, ( foto tomada desde las immediaciones del puerto de Bujaruelo)
Éste es el Otal, ya se ve en su parte final que hay que escalar.

Después de trepar una y otra vez por la ladera rocosa llegamos a la antecima del Otal, ( La de la derecha en el mismo pico), y en unos minutos llegamos a la cima. 2709 m , de modesta altitud, pero yo creo que es mucho más técnica que cualquier otra. Arriba contemplamos buenísimas vistas y nos encontramos con un gran hito.  

 (Ya en la cima) Macizo de Vignemale o Comachibosa, con su glaciar y Pique Longue ( 3298m)
 Vista de todo el valle de Bujaruelo, el Mondarruego, los Gabietos, la subida al puerto de Bujaruelo, el Taillón escondido detrás de los Gabietos. Las Tres Sorores no se pueden divisar debido a los molestos nimbos que se forman.
 Espléndida vista del Valle de Broto al fondo, con el Tozal Comas (2342m), sombrío, y el Mondeniero(2295m) 
 Vista del valle de Sorrosal. Se distingue la población de Linás de Broto y el pico Toronzué( 2268m) a la derecha. Por aquí es la otra vía posible de ascensión al pico Otal.
 La mejor vista. El pico Tendeñera (2853m), madre de la sierra a la que da nombre. Lo une con el Otal esta carena rocosa casi imposible de recorrer.
 Magnífica vista también. Panorámica norte desde el Otal. Se puede ver el valle de Otal en primer plano. Detrás está el valle de Ordiso. Los picos del final recorren la frontera entre España y Francia. En el centro al fondo distinguimos los tresmiles de los Picos del Infierno y la Gran Facha ( en la zona de los Baños de Panticosa) y a la izquierda muy al fondo el pico Midi d'Ossau.
 Mi padre en la cima con la vista norte.
 Yo en la cima con el macizo de Vignemale detrás.
 Yo con el Tendeñera a la izquierda.
 Un descansito con vistas al Cañón de Ordesa en la derecha.
Foto del día hecha por mí.

Al bajar nos lo tomamos con calma y decidimos ir a inspeccionar lo que parecía un lago al lado de una ladera. Después de bajar con cuidado la ladera rocosa del Otal, bajamos por una tartera hacia aquel lago.
Al llegar nos dimos cuenta que no era un lago, sino una cueva en la montaña. Era tan grande que se divisaba tan oscura como si fuera agua. Encontramos un buen lugar dentro de ella para comer lejos de la cavidad que contiene un enorme glaciar. La cueva es la Cueva Helada del Pico Fenés. Está erigida dentro de la pared lisa de dicho pico. Una verdadera peculiaridad.
 Bajando por la canal del Otal.
 Todavía nos queda un buen cacho de roca que superar hasta llegar a la tartera.
 Ahora toca deshacer hasta el collado, pero tiraremos por la tartera de la derecha
 Si se tiene en cuenta que esto no es piedra fija en totalidad..., escalar y bajar se hace más difícil.
 Mi padre bajando por la tartera.
 Ahora es mi turno... La punta del Otal se asoma por detrás.
 Bajando por la tartera...
 La cueva donde almorzamos. El pico Turbón ( 2313m) en la sierra de delante.
 Dentro de la cueva helada de Fenés.
 En la entrada de la cueva...
 Vaya foto a contraluz...
Lo que parecía un lago desde el Otal, la Cueva Helada de Fenés.

Al salir de la cueva a las 15:45h nos encontramos con una sorpresa: el cielo había cambiado de golpe y se había puesto completamente gris. Empezamos a bajar bastante rápido ladera abajo. Pronto empezó a llover y se escuchaban ya truenos cerca del collado Royo. Empezamos a bajar a tope conducidos por el rebaño de ovejas que también huía de la tormenta. Todavía estábamos lejos del barranco del Turbón. Nos equivocamos varias veces y nos metimos en precipicios por lo que a veces habíamos de bordear la ladera. No pasamos por la grallera del Turbón de lo confundidos que íbamos. Finalmente conseguimos llegar al barranco del Turbón y adentrarnos en el bosque y el camino de bajada para estar a salvo de la tormenta y la lluvia. 

Recomiendo mucho el Pico Otal para los que estén alojados por la zona o les guste el Valle de Bujaruelo. Sin embargo hay que tener cuidado con esta montaña y sobretodo trepando por la parte final.
Casi en el bosque del Turbón. El cielo está gris. el Otal a la derecha y el Pico Fenés a la izquierda.

25/08 Monte Perdido (Vértice geodésico nº1) desde la Pradera de Ordesa

25 de Agosto

Siempre tuve el propósito de subir al Monte Perdido desde que llegué al valle de Ordesa. Lamentablemente, bastante gente ( deberían pensar que yo era novato ) me dijo que para subir a dicha cima era completamente necesario pasar noche en el refugio de Góriz. El domingo 25 de agosto nos levantamos mi padre y yo a las 6:45 de la mañana y nos dispusimos a coger el autobús en el aparcamiento en el pueblo de Torla. Hubimos de bajar desde el camping del Valle de Bujaruelo en coche. Íbamos muy bien abrigados conscientes del frío pasado el día anterior en la excursión al Puerto de Bujaruelo, de 2273 m y sobretodo si esperábamos subir a un tresmil. Cogimos el autobús de las 8h a 8ºC; ya habían montañeros en este viaje. Al llegar a la pradera de Ordesa immediatamente nos pusimos a caminar para entrar en calor. En una hora y media llegamos al circo de Soaso, desde donde ya divisamos nuestro objetivo, el Monte Perdido.


Yo y mi padre en el circo de Soaso. El Monte Perdido en el centro, imponente.

Poco después ya llegamos a la altura de la Cola de Caballo, a un ritmo muy bueno. Decidimos subir al refugio bordeando por el sendero, evitando así las clavijas de Soaso ( pensábamos que se necesitaba arnés, cosa que después descubrí su facilidad) Llegamos al refugio de Góriz a las 11:10 de la mañana.Vamos a muy buen ritmo. Allá hacemos una paradita y tomamos un tentempié.
 El cañón de Ordesa desde el camino ascendiente de Soaso.

Remontando hacia el Refugio de Góriz.

Impresionante vista del cañón de Ordesa.

El famoso refugio de Góriz.

A las 11 y media empezamos la ascensión, propiamente dicha, del Monte Perdido. Subimos siguiendo los dispersos hitos que indican las diferentes opciones de vía. Al final todas las sendas llevan al camino principal. Para llegar aquí hemos tenido que trepar varias veces por rellanos. Nos situamos ya entre el Monte Perdido y el macizo de Marboré. Dejamos a la derecha el camino hacia las Escaleras, el que tomé el otro día.
La subida empieza a hacerse más dura pero nunca requiere grandes esfuerzos técnicos. Finalmente llegamos al Campo de Bloques, una zona de rocas gigantes por la que hemos de pasar para seguir con nuestra ascensión.
 Yo con el Tobacor (2779) detrás.
Mi padre y el Tobacor.

En el campo de bloques.

Seguimos con la ascensión, que nos lleva a algunos tramos que requieren apoyarnos en algún momento y trepar para superar obstáculos. Llegamos a un paso estrecho, equipado con una cadena, en el que muchos excusionistas miedosos están encallados. Nosotros pasamos sin apenas hacer uso de ella, pero deberíamos ya que si cayéramos iríamos a dar a un pequeño glaciar que había debajo. Después de un buen rato llegamos al Lago Helado ( 2995m) . Tiempo hasta aquí: 2h desde Góriz.
El glaciar de debajo del paso equipado con cadena.

Yo sentado cerca del Lago Helado.

Vista para atrás: el impresionante Monte Perdido y su pala final, la Escupidera.

Mi padre con el Collado de Marboré detrás.

Ahora nos queda la subida final al Monte Perdido. Está dividida en dos palas: la primera se puede superar carenando una parte rocosa fácil de superar. Nosotros, tan atontados decidimos subirla por la tartera. Después de un gran esfuerzo para evitar hundirse en la piedra suelta, llegamos a la segunda pala, ésta ya no se puede superar evitándola, es la Escupidera. La subimos esforzándonos tanto como en la primera. Sin embargo, nos parece peor la anterior tartera. Después de superar la Escupidera sin problemas, llegamos al collado de Monte Perdido, desde donde en cinco minutos subimos los pocos metros que nos quedan y llegamos a la cima! En un tiempo de unas 3 horas desde Góriz. 6 horas desde la Pradera de Ordesa.
 Subiendo por la primera tartera súper empinada.
 Ya entrando en la Escupidera.
 Subiendo por la empinada Escupidera.
 El lago Helado ya se ve pequeño estando nosotros a unos 3250m
 El lago helado y el Cilindro de Marboré ( 3328m)
 Mi padre en el cuello del Monte Perdido . El Taillón (3144m) a la izquierda.
 Yo con el Cilindro de Marboré a mis espaldas.
 En la cima del Monte Perdido . El Taillón (3144m) a la derecha.
 El cañón de Ordesa a la izquierda.
 En la cima con el deteriorado pilar de Vértice Geodésico.
 Yo en la cima del Monte Perdido.
 Ya estamos !! 3355 msnm
 Mi amigo Dominik. Lo conocí en la cima, estaba él descansando ahí.
 Vista del Glaciar del Monte Perdido en su cara norte.
Glaciar y lago de Marboré.


Después de comer en la cima de este precioso pico y contemplar todas sus vistas mientras planeábamos próximas excursiones, bajamos saltando por la tartera de la Escupidera y la de más abajo hasta el lago helado. Allí, como unos locos los tres ( Dominik, mi padre y yo) nos dimos un buen chapuzón en el lago. Tengo que admitir que está mucho más frío que el agua del río Ara, que ya se te congelan hasta los huevos. 
 ¡Vamos allá!

Olé!!! mi padre se metió

 Ahora me toca a mí.
 Entrando al lago Helado.

Ahí estoy yo aguantando el frío.
¡Que me congelo!

Después de relajarnos en el Lago Helado volvemos a bajar a Góriz, muy tranquilos. A las 6 y cuarto de la tarde salimos en dirección Torla. Lo hacemos por el camino y pista de los miradores de Ordesa por la que fui yo solo el miércoles pasado, para aprovechar tomar fotos y para enseñarle este camino a nuestro amigo austríaco Dominik. Vamos muy tranquilos y echamos muchas fotos, pero de lo que nos olvidamos es de que la pista es muy larga y la noche se nos echa encima.
 Las tres Sorores se quedan atrás. Adiós Cilindro, Perdido y Añisclo.
 Un gran rebaño de ovejas que vemos en camino a Ciarracils.
 Las Tres Sorores y mi padre.
 El pastor del gran rebaño de ovejas.
 Peligroso camino que transcurre muy cerca del precipicio.
La faja Racón a sus espaldas.
 Las Gradas de Soaso detrás mío, en el cañón de Ordesa.
 Fotón. El cañón de Ordesa , el Mondarruego a la derecha, el Otal en el centro y el Tendeñera al fondo.
 El circo de Soaso ya todo sombrío.
 Vista hacia abajo desde el mirador de Ciarracils. No lo recomiendo para gente con vértigo.
 Las Tres Sorores desde el mirador de Ciarracils.
 Estamos en pleno crepúsculo y todavía nos queda un buen trecho hasta Torla.
Nos coge la noche antes de llegar a los miradores de O Molar.

Afortunadamente no nos perdimos gracias a mis grandes nociones de orientación, pero costó bastante seguir el camino del bosque hasta la ermita de Santa Ana y después hasta Torla debido a que no llevábamos ninguna linterna. Al final llegamos a la estación de bus de Torla a las 11:35 de la noche y allí cogimos el coche y nos dirigimos de vuelta al camping. Vaya aventura, día lleno de emociones.